23 de enero de 2017

PROYECTO DE HABILIDADES NO COGNITIVAS: "APRENDEMOS A ENFRIARNOS"

Continuando con las entradas sobre el Proyecto de Habilidades no Cognitivas en el que participamos (puedes verlas pinchando AQUÍ), os voy a contar en qué han consistido las sesiones en las que hemos aprendido a "enfriarnos".

En la SESIÓN 4 del proyecto, el objetivo era introducir la regla de aprender a enfriarse para resolver conflictos interpersonales.  Tras recordar las reglas de comportamiento en estas sesiones (hay que estar bien sentados, en silencio y escuchando atentamente) y elegir al ayudante de Flama de la sesión, dijimos que íbamos a contar un cuento muy especial que nos va a enseñar qué hay que hacer y qué no hay que hacer cuando nos enfadamos con un amigo o con un adulto.

Los cuentos de este proyecto tienen algo muy bueno, y es que las imágenes son muy claras, libres de distracciones, y el texto queda para la persona que lo está leyendo. Cuando lo contamos, seguimos la "regla de los 4 segundos": cuando mostramos una nueva página, durante 4 segundos no se habla, ni los niños ni la maestra. Ese tiempo es de los niños, que han de observar la imagen, explorarla, crear su propia imagen mental de lo que están viendo, su propia trama. Después de los cuatro segundos les contamos lo que está realmente pasando en esa secuencia del cuento. Procuramos no utilizar demasiadas palabras, enfatizar lo importante y utilizar diferentes registros de voz para los diferentes personajes.

La historia de este cuento es algo que ocurre muy a menudo: Moni, que no para quieta, pisa sin querer la cola a Flama. Flama se enfada, no puede contenerse y empuja a Moni. La maestra le dice con gesto tranquilo que por muy enfadado que esté, no puede hacer daño a los demás. Entonces, le enseña qué tiene que hacer cuando esté así de enfadado:
1. Parar y alejarte de la situación o la persona con la que te has enfadado.
2. Respirar profundamente.
3. Decir cómo te sientes.
Finalmente, el cuento muestra una nueva situación en la que los personajes se enfadan, pero siguiendo estos tres pasos, resuelven la situación sin conflictos y vuelven a jugar juntos.

Cuando acabamos el cuento, preguntamos a varios niños/as (elegidos al azar con la técnica explicada de sacar sus fotos de la bolsa) si les había pasado algo así alguna vez, qué hacen cuando se enfadan con alguien...

Finalmente, presentamos un poster en tamaño A3 que muestra los 3 pasos, y les dijimos que a partir de ese momento, cada vez que surja un conflicto con un compañero, en lugar de empujar, pegar o pelearse han de acudir a este cartel y seguir esos tres pasos.

Cada niño/a se llevó a casa una copia de este cartel en tamaño A4, para poder tenerlo en un lugar en el que pase tiempo habitualmente y en el que surjan situaciones conflictivas con hermanos, amigos o padres, a la altura de sus ojos cuando esté de pie. Así, le ayudaremos a ir recordando y fijando estos tres pasos en su mente.

Tanto en clase como en casa, cada vez que surja una situación de conflicto hay que acercar al niño al poster y recordarle los tres pasos, diciendo en voz alta las palabras clave de cada uno y ayudándole a calmarse. Es fundamental ser constante, mantener siempre la rutina de recordarle los tres pasos. Si hacemos excepciones y unas veces seguimos la regla y otras no, no se convertirá en hábito.

En la SESIÓN 6 del proyecto hicimos unas marionetas para reforzar la estrategia de aprender a enfriarse. Cada niño/a se llevó a casa dos títeres de mano con un par de personajes del cuento cada una, para jugar en casa a hacer una sencilla dramatización de lo ocurrido en el cuento de Flama.
Esta es la manera de colocarse los títeres para poder dramatizar el cuento.
Y al volver de vacaciones, en la SESIÓN 9 volvimos a contar el cuento (siguiendo de nuevo la regla de los 4 segundos), y a continuación fueron los niños los que hicieron una breve "obra de teatro", representando en parejas la situación del cuento en la que Flama aprende a enfriarse.

Uno de los personajes lo interpretó el ayudante de Flama de ese día, y al otro lo elegimos sacando otra foto de la caja. Simularon que uno empuja a otro, éste se enfada, y entonces fuimos poniendo delante de ellos los pictogramas en el orden de la secuencia del cuento, recordando los pasos a seguir para enfriarse. Repetimos la dramatización varias veces, pues eran muchos los que querían participar. Pero eso sí, la elección de quién participaba la dejamos al azar (sacando las fotos de la caja), para que todos tuvieran las mismas oportunidades.
Ejemplo de uno de los pictogramas de la secuencia de enfriarse usado en la actividad.
Estas son las 3 sesiones que hemos dedicado de momento a esta técnica de aprender a enfriarnos, que está resultando muy satisfactoria porque los niños/as están interiorizando que no hay que pegar a los demás cuando nos enfadamos, que pegando el otro no entiende qué nos pasa y además le hacemos daño. Poco a poco van aprendiendo a regular su comportamiento ante sus enfados, a respirar hondo y relajarse.

¿Y en casa? ¿También está funcionando esta técnica?

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